Praga es la capital de la República Checa. Situada en la región de Bohemia, junto con Viena y Budapest conforma el triángulo de Ciudades Imperiales.
Visitar Praga es introducirse en un cuento de hadas, en un ambiente medieval capaz de hacer retroceder a sus visitantes hasta tiempos inmemoriales para que nunca olviden un lugar tan especial. Los mercadillos, las tiendas de la mundialmente famosa cristalería de Bohemia, la sensación de que estás a punto de encontrarte con un caballero en armadura.
Que ver en Praga
La ciudad está dividida en zonas muy bien diferenciadas, cada una de ellas con su encanto particular, vale la pena tomarse su tiempo en cada una. Como la ciudad no es muy grande, uno puede darse el lujo y el placer de recorrerla con calma y perderse en sus callejuelas. Para movilizarse están muy bien el metro, el tranvía y los autobuses. El metro está bien señalizado.
Josefov o Barrio Judío: Zona de la ciudad con personalidad propia, su recorrido clásico incluye las Sinagogas y el Cementerio Judío.
Hradcany: Zona de la ciudad coronada por el impresionante Castillo de Praga, la mayor fortaleza medieval del mundo, y que incluye dentro de su complejo la catedral de San Vito, de clásico estilo gótico.
La Ciudad Nueva: La Plaza de Wenceslao, homenaje al patrón de Checoslovaquia, es el punto neurálgico de la Praga moderna. Escenario de importantes acontecimientos de la historia moderna como la Primavera de Praga, hoy en día es un bullicioso lugar donde lo mismo hay bandas de músicos callejeros que vendedores de flores.
Alrededores de Praga: A poco más de una hora en autobús está el pueblo de Kutna Hora, famoso por su osario y la Catedral de Santa Bárbara. Es un buen lugar para comprar prendas de plata. A la hora de la comida el restaurante Kometa, frente a la catedral, es una excelente opción.
¿Y que como en Praga?
El plato típico es el goulash, una especie de estofado de carne de ternera con verduras, su sabor es fuerte y característico, pero si hace frío caerá muy bien.
Imprescindible comer en uno de los puestos de la Plaza de Wenceslao, los hot dogs con la salchicha típica son impresionantes.
Para el que no pueda vivir sin comida italiana (como el que escribe) recomiendo Pizza Coloseum.
Y comas lo que comas, ¡estás en la capital de la cerveza! Pide una de la región.
Muchas gracias por compartir esta información con todos. Estuve en Praga y me pareció una ciudad muy bonita pero fría, la gente no es cálida sino de amabilidad distante. No obstante, volveré, por eso te agradezco la información (desconocía lo del Muro de John Lennon y cosas de los alrededores que comentas).
ResponderEliminar¡Hola! Gracias por participar.
EliminarYo tuve la misma sensación de amabilidad distante como tú la llamas. Algunas personas incluso casi rozan la brusquedad en el trato, aunque me quedó claro que es un tema cultural. Ahora bien, un día estuvimos fuera de Praga (en Kutna Hora ) y ya la gente era más cercana, incluso esperando el autobús de regreso una señora muy amable me buscó conversación, en checo, como no podía ser de otra manera, y yo pasé por mudo :)
Saludos