domingo, 26 de agosto de 2012

Cruceros fluviales: una experiencia diferente a bordo


Cuando oímos la palabra crucero lo primero que nos viene a la mente son los ya célebres barcos gigantes de hasta 300 metros de eslora,   doce pisos de altura y miles de pasajeros, verdaderos megahoteles flotantes surcando aguas marinas u oceánicas, bien sea del Caribe, Mediterráneo, Atlántico  o Pacífico; algunos inclusive le dan la vuelta al mundo.

Pues bien, existe otro tipo de cruceros, cuya travesía ni es en embarcaciones tan grandes, ni es en agua salada: estamos hablando de cruceros fluviales. Estos cruceros, que como su nombre lo indica la navegación es a través de un río,  se realizan en embarcaciones mucho más pequeñas, de entre 25 a 75 metros de eslora, y unos pocos cientos de pasajeros.  Algunos son de ida y vuelta, partiendo y culminando en el mismo puerto, otros por el contrario siguen el curso de un río o un tramo importante del mismo, iniciándose en un punto y terminando en otro distinto.

La experiencia de disfrutar de un crucero fluvial resulta muy diferente a la de un crucero marítimo: ya por el solo hecho de tener menos pasajeros estamos hablando de una atención más cercana y personalizada por parte del personal de a bordo. Además, mientras que durante la navegación de un crucero marítimo no hay nada que ver sino el mar y el cielo (mientras es  de día, pues de noche solo hay oscuridad) en un crucero fluvial se puede disfrutar de los distintos paisajes que se pueden observar en las riberas de los ríos, bien sea entornos naturales o monumentos urbanos. Por otra parte, se entiende que a bordo del barco no hay la variedad de actividades que sí existen en los buques marítimos.

Cruceros fluviales más populares

Cruceros fluviales por Europa Central: los más conocidos son por los ríos Danubio y Rin, y sus recorridos incluyen territorios de países como Alemania, Austria ,Eslovaquia,  Hungría y Francia, entre otros.

Cruceros fluviales por el Nilo: este es un clásico de los paquetes turísticos a Egipto, su recorrido suele iniciarse en el puerto de Luxor e incluyen visitas a las ruinas de los monumentos de la civilización egipcia.

Cruceros fluviales por el Volga: el recorrido clásico es de San Petersburgo a Moscú.

Cruceros fluviales por el Duero: el río Duero discurre por territorio de Portugal y España, y el recorrido de estos cruceros incluye ciudades  como Oporto, Patrimonio de la Humanidad o la ciudad universitaria de Salamanca.

Cruceros fluviales por el Yangsté/China: en este caso estamos hablando de un destino más exótico en la milenaria China; el recorrido por el río Yangsté incluye el paso por la famosa Presa de las Tres Gargantas,  la obra de ingeniería hidráulica más grande del mundo. Las compañías que ofrecen este crucero suelen combinarlo con visitas a Shanghái y Beijing.

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